LA MÚSICA DE LAS SIRENAS, Javier Perucho
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JAVIER PERUCHO, La música de las sirenas, Toluca, Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal, 2013, 152 páginas.
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Javier Perucho concilia de nuevo dos de sus pasiones: nanoliteratura y sirenología. Abre este volumen anfibio (en memoria de David Lagmanovich) una narración de Rubén Darío: lo cierra un colofón de Ana Clavel. En medio, textos de Gabriel García Márquez a Nana Rodríguez pasando por Susana Camps Penarbau o Patricia Esteban Erlés.
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OTRA SIRENA
Los hombres que miraban por las ventanas del café quedaron atónitos.
Mujeres hermosas pasaban a cada instante —era esa hora del día— pero aquella joven quitaba el habla. Esbelta, elástica, no mostraba nada y sugería todo. Se había detenido al otro lado de la calle, justo frente al café, como esperando a alguien. Un coro de silbidos admirativos surgió del edificio de Correos, cuyos empleados se interesaban más en los sucesos de la calle que en su trabajo. Hasta que alguien notó que no se alcanzaban a divisar sus pies. De las rodillas para abajo, las piernas estaban envueltas en una especie de túnica. Sin embargo, nada desmerecía la belleza sobrenatural del rostro ni los contornos del cuerpo, adivinado a través de las vestiduras.
Una fuerte ráfaga de viento interrumpió el hechizo. Al apartar la tela, surgió en lugar de las piernas la cola escamosa. Entonces se desató con fuerza la lluvia y en ella se disolvió la imagen de la sirena, restituida a su elemento, feliz en el agua que se batía sobre la ciudad.
David Lagmanovich
Quedo agradecido y honrado con sus palabras.
Un abrazo desde Axolotitlan
Amigods, la disciplina se llama “sirenología”, así la llamó su creador. Otro abrazo,
JP
Maestro:
Ha sido fácil enmendar la errata.
Resultará más difícil recuperar el ánimo de estos fatigados ojos; sacar del pozo de la depresión a estos torpes dedos nuestros.
Máximo