VERDE BILLAR, Raquel Guzmán

0


RAQUEL GUZMÁN, Verde billar, Macedonia Ediciones, Morón, 2018, 58 páginas.

**********
OCCIDENTALISMO

   Inflar un globo, explotarlo, con los restos hacer otro.

100 PASOS PARA LA CIENCIA, Lisa Jane Gillespie

0


LISA JANE GILLESPIE, 100 pasos para la ciencia, SM, Madrid, 2018, 64 páginas.

**********
Yukai Du ilustra este libro informativo subtitulado Descubrimientos que cambiaron el mundo.
**********


LAS CIENCIAS AMBIENTALES

   Cuanto mejor comprendemos la ecología, más claro resulta el impacto de los seres humanos sobre el planeta. Es evidente que la electricidad, las sustancias químicas y la basura que generamos afectan a nuestro entorno. En la década de 1980, unos investigadores que trabajaban en la Antártida descubrieron un agujero en la capa de ozono de la atmósfera. Esta capa nos protege de las radiaciones solares más dañinas, y está siendo destruida por sustancias químicas contaminantes producidas en diferentes industrias. Estas y otras emisiones químicas causan también la acumulación de gases en nuestra atmósfera, lo que contribuye al calentamiento global. Aunque los gobiernos han prohibido el uso de estas sustancias para evitar que el agujero de la capa de ozono se agrande, pasará mucho tiempo hasta que se cierre. Ahora sabemos que hemos provocado daños en nuestro ecosistema que durarán siglos, pero los científicos están buscando maneras para reducir ta contaminación, reciclar residuos y utilizar energías renovables para preservar el medio ambiente y la salud de la Tierra.


ESCRITOS SOBRE PINTURA, Henri Michaux

0


 
HENRI MICHAUX, Escritos sobre pintura, Vaso Roto, Madrid, 2018, 528 páginas.

**********
En la Introducción (pp. 15-47),  Chantal Maillard, editora y traductora, señala: «Nada más lejos de la intención de Michaux. Nada más lejos y más opuesto a su tarea. Michaux no es un artista sino un buscador de infinitos.»
**********

   Los libros son aburridos de leer. No se circula libremente. Se le invita a seguir. El camino está trazado, de vía única.
   Del todo diferente, el cuadro: inmediato, total. A la izquierda, también, a la derecha, en profundidad, como se quiera.
   No hay trayecto sino mil trayectos, y las pausas no están indicadas. En cuanto uno lo desea, el cuadro está ahí de nuevo, entero. En un instante, todo está ahí. Todo, pero nada aún es conocido. Entonces es cuando hay que empezar A LEER.
   Aventura poco apreciada, aunque apta para todos. Todos pueden leer una pintura. hay materia que descubrir (y meses después, materias nuevas) para todos, los respetuosos, los generosos, los insolentes, los que le son fieles a su efigie, los que están perdidos en su sangre, los de bata blanca con sus tubos de ensayo, aquéllos para quienes un trazo es como un salmón que se tira al agua y cualquier perro que se encuentren, un perro que poner en la mesa de operaciones con el fin de estudiar sus reflejos, aquéllos que prefieren jugar con el perro, conocerlo reconociéndose en él, aquéllos que en el otro no festejan con nadie más que consigo mismo, en fin, aquéllos que ven sobre todo la Gran Marea, portadora a un tiempo de la pintura, del pintor del país, del clima, del medio, de la época entera y de sus factores, de los acontecimientos aún no audibles y de otros que ya se ponen a tocar furiosamente las campanas.
   Sí, hay algo para todos en el lienzo, incluso para los ineptos que simplemente dejan girar en ella sus alas de molino sin ver en realidad la diferencia, pero existe y cuán instructiva.
   No se demoren mucho, sin embargo». Éste es el momento. Aún no hay reglas. Pero no tardarán...


CONCEPTO, Javier Sánchez Menéndez

0


JAVIER SÁNCHEZ MENÉNDEZ, Concepto, La Isla de Siltolá, Sevilla, 2019, 96 páginas.
**********
Del espejo nace el principio de causalidad.
***
Un aforismo es un ejercicio del dilema.
***
Nunca es tarde si la verdad decide.
***
La mayor aspiración del ser humano es comprender al ser humano.
***
Los autores con padrino acaban huérfanos.
***
La lectura es la lumbre que no cesa.
***
Apartaba tantas cosas del camino que un día se quedó sin camino y hasta sin sombra.
***
Hay críticos que reseñan sus egos, no los libros.
***
El aforismo no busca la originalidad, busca la relativa universalidad.
***
Quien se conoce mucho a sí mismo acaba odiándose.

VIAJES EN CASA, Rogelio Guedea

1


ROGELIO GUEDEA, Viajes en casa, Ediciones del Ermitaño, Ciudad de México, 2013, 264 páginas.

**********
VIAJES EN CASA

   Para tener la sensación de que estoy cambiando de lugar, de que viajo, de que no me he quedado quieto como el agua estancada, suelo habitar por intervalos considerables de tiempo algunas partes de la casa. Me mudo, como quien dice, con todo lo que puedo. Esto es: con todo lo esencial. Es, de pronto, como preparar un viaje largo en el que sólo puede llevarse lo que llevas encima, y de esa forma preparo, por ejemplo, mi viaje de mi habitación a la habitación de mis hijos, de la habitación de mis hijos a la pequeña oficina donde escribo, de la pequeña oficina donde escribo a un rincón de la sala. Me llevo algunos libros, mi taza de café, un pequeño maletín con una grabadora de reportero, una agenda, tres libretas cuadriculadas, mis tenis deportivos, un pantalón corto y mi computadora. Me instalo en el lugar y todo el mundo cambia, como si en realidad hubiera llegado a otro país. Tengo a veces una ventana nueva, como la que da al patio cuando estoy en la sala. O una pared nueva decorada, como la de mi oficina. O un radio de onda corta, como el de mi habitación. O incluso un Play Station y una cama rodante, como en la habitación de mis hijos. Soy feliz viajando en casa, siendo otro sin salir del mismo sitio. He pretendido también utilizar el baño en esta empresa, pero me da la impresión de que las cosas terminarán, tarde o temprano, muy mal, tal como esos viajes de placer que planeamos con nuestra mujer y que, al regresar, terminan en un divorcio definitivo.

LA VIDA AUSENTE, Ángel Zapata

0


ÁNGEL ZAPATA, La vida ausente, Páginas de Espuma, Madrid, 2006, 102 páginas.

**********
MIGRACIONES 6

   De qué sirve una espiga. Una tormenta, puede. Dos tormentas, muchísimo mejor. Pero una espiga, para qué sirve: di. Repasa, cuando ya nadie quiera reprochártelo, la jerarquía de los meteoros. El arrepentimiento no está entre ellos. El verano tampoco. Ahora es de noche, las dunas tienen párpados, la sed le teme al rayo y a la tenacidad de las hormigas. Encuentras en tu cama una balsa de náufrago con el tamaño exacto del corazón. En ese caso: ¿vuelves a dormirte?

CUENTOS Y POEMAS EN PROSA, Oscar Wilde

0


OSCAR WILDE, Cuentos y poemas en prosa, Conaculta, Ciudad de México, 2009, 138 páginas. Traducción de Julio Gómez de la Serna.
**********
EL DISCÍPULO

   Cuando Narciso murió, el río de sus delicias se transformó de una copa de agua dulce en una copa de lágrimas saladas, y las Oreades vinieron llorando por los bosques a cantar junto al río y a consolarle.
   Y cuando vieron que el río habíase convertido de copa de agua dulce en copa de lágrimas saladas deshicieron los bucles verdes en sus cabelleras. Y gritaban al río y le decían:
   ―No nos extraña que llores así. ¿Cómo no ibas a amar a Narciso con lo bello que era?
   ―¿Pero Narciso era bello?
   ―¿Quién mejor que tú puede saberlo? ―respondieron las Oreades―. Nos despreciaba a nosotras, pero te cortejaba a ti, e inclinado sobre tus orillas, dejaba reposar sus ojos sobre ti, y contemplaba su belleza en el espejo de tus aguas.
   Y el río contestó:
   ―Si amaba yo a Narciso era, porque, cuando inclinado en mis orillas, dejaba reposar sus ojos sobre mí, en el espejo de sus ojos veía reflejada yo mi propia belleza. 

MUJYŌKAN. 72 HAIKUS Y UN JISEI, Carlos Bassas

0


CARLOS BASSAS, Mujyōkan. 72 haikus y un jisei, Quaterni, San Fernando de Henares, 2016, 96 páginas.
**********
Acompañanado a los haikus y el jisei (poema de despedida) de Bassas, el libro incluye ilustraciones de Angélica López de la Manzanara Martín. 
**********

Primeros brotes.
Se despide otro invierno.
Gris ya en las sienes.

CUENTOS COMPLETOS, Evelio Rosero

0


EVELIO ROSERO, Cuentos completos, Tusquets, Barcelona, 2019, 368 páginas.

**********
Desnudas, Bogotanos, Figuraciones y Cuentos cortos son los cuatro libros que contiene este tomo. El último de ellos, obviamente, contiene microrrelatos.
**********

CASA

He aquí una casa loca, cuyas escaleras no conducen a nada. Uno abre la puerta y cree entrar y en realidad ha salido. Pero cuando uno cree salir sucede lo contrario: uno ha entrado. Y la mayoría de las veces uno no se explica a dónde ha llegado, o qué ha sido del cuerpo de uno en esta casa. Las ventanas tienen la peculiaridad de no mirar hacia afuera sino hacia adentro. Todos los muebles cuelgan a medio metro del techo principal. De manera que para llegar a ellos es necesaria la imposibilidad de volar, o un salto largo y elástico que le permita a uno aferrarse de una silla, por ejemplo, y luego escalarla y sentarse en ella, como en un peligroso columpio. Y lo peor ocurre cuando cada uno de los movimientos oscilantes de los muebles tiende a vencer el equilibrio de los ocupantes, de manera que muchos se han despedazado intentando resistir más de una hora sentados en el mismo sitio. Todos los muebles confabulan sus movimientos para desbaratar a sus ocupantes, y ya se sabe que los muebles flotantes procuran sobre todo que los cuerpos sean derrotados de cabeza; nadie ha podido saltar incólume. Siempre, en la caída, hay otro mueble oscilante que se las arregla para que el cuerpo en condena se estrelle de cabeza contra el suelo. A pesar de estas aparentes incomodidades, se escuchan, en la casa, cuando cae la noche, muchas voces y risas, y chocar de copas (y muebles). Nadie ve llegar a los invitados, y tampoco salir, y eso se debe seguramente a la otra originalidad de la puerta, que da la sensación de permitir entrar y salir al mismo tiempo, sin que verdaderamente se haya salido o entrado. Nadie sabe, además, quién es el dueño o quiénes habitan la casa permanentemente. Alguien nos cuenta que vive una pareja de niños. Otros aseguran que no son niños, sino enanos: de lo contrario no se justificarían las fiestas de siempre, escandalizadas por las exclamaciones más obscenas que sea posible imaginar. Hay quienes afirman que nadie vive en la casa, y que en caso contrario no serían niños y tampoco enanos sus habitantes, sino dos jorobadas dementes. Ni unos ni otros dicen la verdad. No han acabado de entender que todos son en realidad mis habitantes, que están dentro de mí como también yo estoy dentro de ellos, que yo soy algo vivo, y que a pesar de todas las vueltas que puedan dar por el mundo quizá nunca les sea posible abandonar mi tiranía para siempre, porque también yo estoy dentro de mí.

UNA COCINA TODA DE CHOCOLATE, Alain Serres

0



ALAIN SERRES, Una cocina toda de chocolate, Kókinos, Madrid, 2006, 60 páginas.

**********
Nathalie Novi ilustra este bello libro de gran formato que contiene 60 recetas y relatos en torno al mundo del chocolate.
**********

RELATO DE LA SIRENA DE LA ESPAÑOLA

   El capitán Dylan vuelve a interpretar sus cartas pero no consigue comprender lo que ha podido pasar. Por la noche hubo una marejada de las buenas y está seguro de que el barco perdió el rumbo justo después de haber sobrepasado La Española. Sin que pudiera evitarlo, el barco viró bruscamente. Por un instante vio con sus propios ojos una sirena emergiendo de un mar extrañamente chocolateado. Su piel parecía más suave que las olas. El barco estaba muy cerca. Por la mañana, en cuanto se levanta, Dylan corre a mirarse en el trozo de cristal que le sirve de espejo. Antes de hablar a su tripulación quiere asegurarse de que no tiene restos de cacao alrededor de los labios. Sigue sin entenderlo, y el capitán Dylan no soporta no entender. 

***
VIEIRAS Y CREMA DE CACAO

INGREDIENTES

20 vieiras, 3 cucharadas soperas de cacao en polvo sin azúcar, 30 centilitros de nata, 20 gramos de mantequilla, vinagre de frambuesa, sal gorda, pimienta negro. 

PARA 4 PERSONAS PREPARACIÓN

15 minutos (cocción incluida).

COCCIÓN: 6 minutos

  1. Conjuntados de forma muy sencilla estos dos sabores se combinan de maravilla. Para empezar, partimos por la mitad las vieiras a lo ancho. Las pasamos por cacao con ayuda de un tenedor, rebozándolas bien, Luego las dejamos caer en una sartén con mantequilla fundida para dorarlas. 
  2. Damos la vuelta con cuidado a las vieiras a los dos minutos. Un minuto después las retiramos y las reservamos en un plato caliente dejando en la sartén el jugo de las vieiras. Añadimos la nata, una cucharada sopera de cacao en polvo, una cucharadita de vinagre y dos pellizcos de sal. Ligamos la salsa mezclándola bien con la espátula durante dos ó tres minutos. 
  3. Echamos un poco de esta crema de cacao en cada plato. sobre esta capa repartimos las vieiras, espolvoreadas con dos o tres vueltas de molinillo de pimienta y un pellizco de sal gorda, justo antes de servirse.

LA CAJA DE PLATA, Luis Alberto de Cuenca

0


LUIS ALBERTO DE CUENCA, La caja de plata, Renacimiento, Sevilla, 1985, 62 páginas.

**********
Muchos de los breves poemas de este libro pueden ser leídos como deslumbrantes microrrelatos.
**********

ISABEL

Isabel se ha matado. Dejó cartas absurdas
con recomendaciones y sarcasmos estúpidos.
Lo consiguió por fin, y me alegro por ella:
sufría demasiado. En la autopsia el forense
desmenuzó su cuerpo y encontró dentelladas
cerca del corazón y a la altura del pubis.
No hay luz en la buhardilla de Zurbano. El silencio
pasea su victoria sobre las papelinas
ocultas en el libro de Arcimboldo, y la muerte
ha llenado la casa de paz y de goteras;
sigue abierto un tebeo de Conan por la página
en que matan a Bélit, y otro de Gwendoline
con manchas de carmín en las dulces heridas.
Isabel ha dejado de molestar. Sus ojos
ya no arrojan al mar residuos radiactivos.

ABRIR LA VENTANA ESTÁ SOBREVALORADO, Roberto Herrero

1


ROBERTO HERRERO, Abrir la ventana está sobrevalorado, Trea, Gijón, 2019, 72 páginas.

**********
Se enamoró de ella desde la última vez que la vio.
***
El miedo al infinito se agrava en los días claros.
***
Las palabras hermosas tienen aspecto de cansadas.
***
En los aviones de papel los niños viajan gratis.
***
No amar es una forma de alargar los días.
***
Estar peleado con el mundo asegura una derrota a los puntos.
***
Siempre esperamos, como si la vida nos debiera algo.
***
Me tomo el pulso con miedo a no contestarme.
***
Si te paras a mirar, llegas tarde. Si no te paras, sólo llegas.
***
En la pareja son muy tristes las broncas de silencios.
***
Hay drogas que matan a los demás.

BOSQUE BONSÁI, Martín Cristal & El Esperpento

0


 MARTÍN CRISTAL & EL ESPERPENTO, Bosque bonsái, Ediciones de la Terraza, Córdoba, 2018, 66 páginas.

**********
Cada uno de los treinta microrrelatos de Martín Cristal se presenta acompañado por una ilustración de El Esperpento.
**********




LLAMADO NOCTURNO


   Mis padres murieron hace más de treinta años pero, aun así, hay noches en que su falta me desconsuela tanto que no consigo dormir. Cuando no aguanto más el insomnio, tomo el teléfono y marco el número de la vieja casa en que me crié. Hasta ahora nunca ha fallado: aunque aquella casa ya no existe –hace ocho años construyeron un centro comercial en su lugar– mi madre siempre me atiende. “Hola, ¿quién habla?”, la oigo decir con su inconfundible voz. Aliviado, cuelgo y me voy a la cama sin responderle: me preocupa que, de contestarle alguna vez, el milagro ya no ocurra nunca más.

LECTURAS PARA DESCONFIADOS, José Monjardín Fernández


0


JOSÉ MONJARDÍN FERNÁNDEZ, Lecturas para desconfiados, Duende de Bux, Orense, 2009, 174 páginas.

**********
 Varios de estos relatos que transcurren en Arteya son hiperbreves.
**********

LAS HORMIGAS, O LA EVOLUCIÓN DE LOS VALORES

   Las hormigas son horrorosas, un ansia incesante agita sus líneas y sus contactos y no hay momento en que uno las vea serenarse y todo es conjugar una continua prisa, todas tan apuradas como la anterior y cuanto mayor es el número también la agitación se acrecienta: nadie se admire: este entusiasmo no es más que una laboriosidad sin ton ni son que no debe engañar a ningún desconfiado. De ningún modo su proverbial eficacia las va a justificar ante organismos más lúdicos y pacíficos que las observen. En realidad la hormiga amenaza con un frenesí en el que destellan reflejos de la inquietud y la impaciencia que avanzan y se desploman sobre todas las cosas de este mundo.
   No se hable ya de las hormigas argentinas, a las que hemos de añadir la codicia del recién llegado de ultramar.

UNA ESTRELLA FUGAZ, Takarai Kikaku

0


TAKARAI KIKAKU, Una estrella fugaz, Satori, Gijón, 2019, 160 páginas. Traducción de Fernando Rodríguez-Izquierdo.
**********


















 kono ame wa atataka na ran-bi-nami kana


Esta lluvia 
se irá volviendo templada 
al compás del día.

TAUTOGRAMAS, Miguel Cobo Rosa

0


MIGUEL COBO ROSA, Tautogramas, Libros al Albur, Sevilla, 2018, 52 páginas.
**********
Cuando abrazamos una causa con demasiada fuerza, corremos el riesgo de asfixiarla.
***
El traje de la vida nunca se ajusta a nuestras medidas.
***
Al igual que los árboles no nos dejan ver el bosque, los días no nos dejan ver el tiempo.
***
Me pierdo sin salir de mí.
***
A veces el pensamiento migra al territorio del dolor y se convierte en migraña. Si te pone en jaque, ya es jaqueca.
***
En todo viaje interior hay un extravío.
***
No confundas el tic tac del reloj con latidos: el tiempo no tiene corazón.
***
Como humanos, tropezamos más de una vez en la misma piedra; pero siempre hay alguien cambiándola de sitio.
***
Oxímoron profiláctico: Por higiene mental, hay que evitar el lavado de cerebro.
***
¿Vacío o plenitud?  Tras cualquier elección, siempre te quedará un vacío.

LOS PÁJAROS PICAN, Miguel Ángel Gara

0


MIGUEL ÁNGEL GARA, Los pájaros pican, Amargord, Madrid, 2012, 80 páginas.
**********
El náufrago se bebió el mensaje.
***
No es la pared la que me impide pasar sino la puerta.
***
Era tan pobre que en vez de un plato de ducha tenía un plato de lluvia.
***
Hay épocas en las que hay que llorar menos y gritar más.
***
La peor plaga fue de faraones.
***
Mirar ruinas es constructivo.
***
No es que se confunda lo urgente con lo importante sino que se confunde lo visible con lo importante.
***
En los malos tiempos se escuchan mejor las risas.
***
El imperio de la ley es una forma de llamar a la ley del imperio.
***
Mejor que no olvidar la respuesta, recordar la pregunta.

TODO LO BUENO ES LIBRE Y SALVAJE, Henry David Thoreau

0


HENRY DAVID THOREAU, Todo lo bueno es libre y salvaje, Errata Naturae, 2017, 224 páginas.
**********
Mi vida forma parte del infinito.
***
Creo en el bosque, en la pradera y en la noche en la que crece el grano. 
***
Mi naturaleza es la de la piedra. hace falta el sol del vera-no para calentarla.
***
Han talado los bosques por los que paseaba en mi juventud. ¿No es hora de que deje de cantar?
***
El conocimiento no nos llega mediante detalles, sino a través de destellos de luz procedentes del cielo.
***
Un hombre puede considerarse afortunado cuando la que es su comida es también su medicina.
***
El cielo siempre está dispuesto a responder a nuestros estados de ánimo.
***
Haga lo que nadie más puede hacer por usted. No haga otra cosa.
***
Algo nos invita constantemente a ser lo que somos.
***
Lo único que puedo decir es que vivo, respiro y tengo mis pensamientos.
***
Como si se pudiera matar el tiempo sin dañar la eternidad.

¿ESTAMOS A TIEMPO?, John Berger & Selçuk Demirel

0


JOHN BERGER & SELÇUK DEMIREL, ¿Estamos a tiempo?, Nórdica, 2019, 144 páginas. Traducción de Pilar Vázquez.

Las palabras de John Berger y las ilustraciones de Selçuk Demirel se entrelazan con la precisión de dos manecillas en su exquisita reflexión sobre el tiempo. Como afirma Maria Nadotti en el broche a su prólogo, "Berger y Demirel nos recuerdan que, como el cielo, el tiempo no es vacío, sino abierto."

**********
El tiempo, como lo han explicado Einstein y otros físicos, no es lineal, sino circular. Nuestras vidas no son puntos en una línea —una línea que hoy está siendo amputada por la avaricia instantánea de un orden capitalista global sin precedentes—, no somos puntos en una línea; somos más bien los centros de unos círculos.
***
Si solo pienso en mí, ¿quiénes son los otros? Si los otros solo piensan en ellos, ¿quién soy yo? Si no ahora, ¿cuándo? Si no aquí, ¿dónde?
***
La narrativa es otra manera de hacer un momento imborrable, pues los relatos, cuando hay alguien para escucharlos, detienen el curso unidireccional del tiempo.
***
Al amor, cualquier tipo de amor, le encantan las repeticiones, porque desafían al tiempo

SALVAR LA VIDA. ANTOLOGÍA PERSONAL, Sergio García Clemente

0


SERGIO GARCÍA CLEMENTE, Salvar la vida. Antología personal, Libros al Albur, Sevilla, 2019, 50 páginas.
**********
El editor, José Luis Trullo, destaca en el prólogo la generosidad de Sergio García Clemente que le lleva a compartir sus preferencias lectoras: un "botiquín literario" que tal vez no salve la vida, pero que, sin duda, sí resulta de alivio tener a mano.
**********
La excepción es mi hábitat. Me importa, ante todo, no pertenecer.
Carmen Camacho
***
Uno se aferra a sí mismo hasta que olvida los puntos cardinales.
Elias Canetti
***
Pocas sensaciones de libertad son tan intensas como la de perder el miedo a algo que nos aterrorizaba.
Victoria León
***
Hay una meta pero no hay camino; lo que llamamos camino es vacilación.
Franz Kafka
***
Nieve. Dicen nieve. ¡Quién pudiese recuperar la extrañeza de la nieve tras la palabra que la nombra!
Chantal Maillard
***
Hay que conseguir que el dolor produzca una perla.
Ramón Eder
***
Mi espacio está en el recorrido de la frase.
Azahara Alonso
***
No mires tan ferozmente al mundo, recuerda que ha de llegarte hasta el final.
Jordi Doce
***
Amar a alguien es leerlo. Es saber todas las frases que están en el corazón del otro, y en la lectura rescatarlo.
Christian Bobin
***
El tiempo de la caída puede ser también el tiempo de la formación de las alas.
José Mateos

UNA CIERTA EDAD, Marcos Ordóñez

0


MARCOS ORDÓÑEZ, Una cierta edad, Anagrama, Barcelona, 2019, 336 páginas.

**********
La vida te pone siempre en tu sitio: el de un aprendiz. Ahí está la gracia, aunque a veces maldita la gracia que tiene.
***
Escribo para fijarme. Para caer en la cuenta. Para fijarme en las cosas y en la gente y en lo que pienso y en lo que siento, que no siempre está claro. Fijarme en el sentido de observar todo con mayor precisión, porque todo pasa demasiado rápido, pasa por detrás y pasa por los lados, cuando andamos despistados, embabiecados, envueltos en ruido, y fijarme en la acepción de anclaje, de hincar los pies en el suelo, con las líneas como rieles, para que el viento del tiempo no se lo lleve todo y a mí con él, y no todo se afantasme antes de hora. Y para llegar a fin de mes.
***
¿Cuándo se ha puesto de moda el adjetivo «solvente» aplicado a un artista? Hasta anteayer, como quien dice, «solvente» era un pagador o un hipotecado fiable. Aplicado a un artista es horrible, es un eufemismo o una simpleza que roza el insulto. Un artista es bueno o malo, estupendo o aburrido. «Solvente» lo será tu padre.
***
Ya tenemos aquí la primavera. Por la mañana se oyen mirlos en el jardín; en el atardecer clarísimo se recortan contra el cielo los murciélagos. 
***
Cuando un encargo comienza, precedido de una risita, por la frase «Voy a hacerte una proposición indecente», ten por seguro que lo es: te van a pedir algo a cambio de nada. Y cuando escuches la frase «con la que está cayendo», puedes apostar lo que no tienes a que quien habla está a cubierto gracias a los réditos de tu intemperie.
***
Domingo. Empieza a anochecer más tarde.

Y RIERON LOS MALOS, Ellen Holmboe

0



ELLEN HOMBOE, Y rieron los malos, A fin de cuentos, Bilbao, 2018, 32 páginas.

**********
Cristian Eskild Jensen ilustra la mayoría de estas Fábulas amorales de este bello álbum que mereció el Premio de ilustración del Ministerio de Cultura de Dianamarca.
**********

EL GORRIÓN Y EL COCODRILO

   Un gorrión jugaba con sus amigos a las orillas del río. Reían, chapoteaban y salpicaban. De repente, las aguas se encresparon y el gorrioncillo desapareció en unas fauces babeantes y sonrosadas.
   —¡Oh, no! —gritó el zorro.
  —¡Ssss—salvadlo! —siseó la serpiente. La ardilla, el pato, las ratas y los demás pájaros enmudecieron de espanto.
   Los amigos del gorrión se miraban unos a otros con aire de indecisión. De pronto oyeron un ruido. ¿Qué era aquello? ¡Se diría que el gorrión piaba desde las fauces del cocodrilo y que este le contestaba!
   Aún no habían logrado poner el asunto en claro cuando el cocodrilo salió del río y abrió la boca de par en par. Los amigos del gorrión retrocedieron. Sin embargo, el gorrión los llamó:
   —Eh, amigos, venid a ver esto, ¡hay cena gratis! —decía señalando afanoso con el ala—. Miradlo vosotros mismos. El cocodrilo tiene entre los dientes carne a troche y moche, y ahora le duelen las muelas. Si le echamos una mano con la limpieza, nos sale la cena gratis.
   No hizo falta decírselo dos veces. Se lanzaron de cabeza hacia las fauces del cocodrilo, que, ¡zas! Se los merendó. Solamente el gorrioncillo se salvó.
  —Ñam —dijo el cocodrilo, relamiéndose—. Ya me estás trayendo al resto de la banda tal y como habíamos acordado. Si no, te zampo también a ti.
  —Está bien —accedió el gorrión—. Acababa de aprender una importante lección: cuando uno está en apuros, no hay como tener amigos.



LECTURAS CON DAIQUIRI, Manuel Vicent

1


MANUEL VICENT, Lecturas con daiquiri, Alfaguara, Barcelona, 2018, 308 páginas.

**********
Dice el autor en Prosas que teje y desteje el tiempo (pp. 13-14): «rescatadas de la desmemoria, bajo el formato de libro, las palabras escritas adoptan otro sonido, otro sentido, y pueden abrir armarios durante mucho tiempo cerrados que contienen aromas perdidos y también algunos cadáveres».
**********


LAS PALABRAS

   “Mentir es un vicio terrible. Lo único que nos une y nos hace humanos son las palabras”, dice Montaigne. Tal vez sea cierto, pero los animales también hablan, aunque lo hacen a través de códigos más puros, que no permiten ningún engaño. El ladrido del perro, el canto del gallo e incluso el gruñido del cerdo expresan una verdad y a veces aventajan en sutileza a las expresiones de algunos políticos, que suelen utilizar el lenguaje para ocultar el pensamiento. Solo una mínima parte de las relaciones entre personas se establece con palabras; el resto lo hacemos con actos, gestos, miradas y silencios. La mejor palabra es la que no se pronuncia, dicen en Palermo. En plena campaña electoral he aquí un consejo para protegerse de la turbia corriente verbal que generan los políticos. Antes de creer en lo que dicen, míralos a la cara. Verás rostros de cemento armado, que están de mierda hasta el cuello y es como si la corrupción no fuera con ellos; los hay cuya ambición se nota en los ojos muy juntos a semejanza de los predadores; en cambio, otros tienen la mirada de rumiante y son capaces de mover las orejas hacia atrás para avizorar al enemigo que llega por la espalda. Pero ante todo, guárdate de ese espécimen que se llama animal político. Suele ser alguien que conoce por instinto las reglas de circo mediático; en la pista unas veces usa las palabras del domador y otras las del payaso; puede dar un salto mortal en el trapecio siempre con red y tal vez te asombre su empatía con los monos cuyo lenguaje entiende a la perfección a la hora de pedirles el voto. Hay políticos con sonrisa de arroz con leche que apacientan las palabras como ovejas, mientras otros las usan como balas. A la hora de votar fíate solo de su cara. En ella está todo escrito. Basta un gesto, un tic, una mirada o un silencio para adivinar su pensamiento.

EL ENCAJE ROTO, Emilia Pardo Bazán

0


EMILIA PARDO BAZÁN, El encaje roto, Contraseña, Zaragoza, 2018, 288 páginas.

**********
En Prólogo en el borde (pp. 9-58) Cristina Patiño señala: «Estos treinta y cinco relatos despliegan, con la urgencia que Emilia Pardo Bazán les imprimió en la bisagra de los dos siglos que le tocó vivir, un haz de oposición sexual y un envés de diferencia que inscribe feminidad. 
**********

LA CULPABLE

   Elisa fue una mujer desgraciadísima durante toda su vida conyugal, y murió, joven aún. minada por las penas. Es verdad que había cometido una falta muy grave, tan grave que para ella no hay perdón: escaparse con su marido antes de que este lo fuese y pasar en su compañía veinticuatro horas de tren... Después, sucedió lo de costumbre: la recogió la autoridad, la depositaron en un convento, y a los quince días se casó, sin que sus padres asistiesen a la boda; actitud muy digna, en opinión de las personas sensatas.
   Ellos no se habían opuesto de frente a las relaciones de Elisa con Adolfo: mas comoquiera que no les agradaba pizca el aspirante, y creían conocerle y presentían su condición moral, suscitaron mil dificultades menudas y consiguieron dar largas al asunto y entretenerlo por espacio de cinco años. Consintieron, eso sí, que Adolfo entrase en casa, porque tenía poco de seductor y era hasta antipático, y esperaron que Elisa perdiese toda ilusión al verle de cerca. Sucedió lo contrario; en los interminables coloquios junto a la chimenea; en el diario tortoleo, el amante corazón de Elisa se dejó cautivar para siempre, y Adolfo aseguró la presa de la acaudalada muchacha. Después de meditadas y estratégicas maniobras por parte del novio, llegó el instante de la fuga, preliminar del casamiento.
   La familia de Elisa tomó muy a pechos el escándalo, por lo mismo que eran gente conocida, bien relacionada, preciada de correcta, intransigente en cuestiones de moralidad exterior. Hubo en la casa uno de esos períodos de disgusto, cerrados, serios, hondos, en que hasta los criados andan mohínos; períodos que a las personas entradas en edad les cavan una cuarta de sepultura. Las dos hermanas de la fugitiva se avergonzaron y corrieron de suerte que en muchos meses no se atrevieron a salir a la calle. Una, en especial, se afectó tanto, que fue preciso sacarla de Madrid para que no se alterase su salud. La madre jamás pronunció el nombre de Elisa sin suspirar, como cuando se nombra a los que fallecieron. El padre extremó el procedimiento: cerróse a la banda y no nombró a Elisa ya nunca. Si le preguntaban cuántas hijas tenía, contestaba que dos. «La otra la perdí», añadía crispando los labios.
   Unida ya Elisa con el que había elegido, se propuso ser intachable y perfecta en todo para rescatar la falta. No hubo esposa más tierna y solícita que Elisa, ni casa mejor gobernada que la suya, ni señora que con mayor abnegación prescindiese de sí propia y se eclipsase más modestamente en la sombra del hogar. Como al fin tenía pocos años y a veces la sangre hervía en sus venas con ímpetu juvenil, cuando veía a otras casadas adornarse, cubrirse de joyas, ir a bailes y fiestas y sonreír al espejo, y ella se quedaba recluida y en bata casera, decía para sí: «Bueno; pero esas no se escaparon con su marido antes de la boda». Y aunque supiese que se escapaban después... o cosa parecida... con otros, siempre persistía en tenerlas por de mejor condición.
   Hasta tal punto se consideró obligada a prestar fianza de su conducía, que nunca salió sola, ni consintió recibir una visita estando ausente su marido. A los hombres, fuesen jóvenes o viejos, les hablaba fría y desabridamente, cortando en seguida la conversación. Su traje era obscuro, subido hasta las orejas, y su peinado estudiadamente sencillo y sin coquetería. Aficionada a las esencias y aguas de tocador, las suprimió por completo desde que oyó decir que «la mujer de bien, ni ha de oler mal, ni ha de oler bien». Ser tenida en concepto de mujer de bien fue su ambición y su sueño; pero desconfiaba de conseguirlo nunca, por aquello de la escapatoria...
   Pasada la corta luna de miel, Adolfo comenzó a distraerse, y so color de política, se acostumbró a retirarse tarde, a pasarse los días fuera, sin venir ni a comer. Elisa lloró en silencio: lloró mucho, porque le quería, le quería con toda su alma, y no podía vivir dichosa sino con él y por él, a quien todo lo había sacrificado.
   Un día, registrando el ropero de su marido para limpiar y arreglar la ropa, encontró traspapelada en un chaqué de verano una cana inequívoca... El dolor fue tan agudo, que Elisa se metió en la cama y estuvo varios días sin querer comer y con gran deseo de morirse. Así que cobró algún ánimo, se levantó y siguió viviendo. No profirió una queja: ¿con qué derecho? ¡La podían tapar la boca a las primeras palabras! ¡Y si salía a relucir lo de la fuga!
   Vinieron hijos, un niño y una niña; pero Elisa, que sufrió todo el peso de la crianza, no intervino en la educación, ni ejerció jamás esa autoridad de la madre digna y altiva, que lleva la maternidad como una corona. Sus hijos se habituaron a que no mandaba nada.
   En cuanto a la hacienda, ya se infiere que la regia única y exclusivamente Adolfo, y Elisa no se hubiese arrojado a gastar cincuenta pesetas en nada extraordinario, sin la venia necesaria. Muerto el padre de Elisa y recogida la legítima, todavía pingüe, aunque mermada por el enojo paternal, Adolfo se hizo cargo de todo y dedicó la mayor parte a sus goces, no sin que muchas veces oyese Elisa reconvenciones duras y alusiones amargas, fundadas en que su padre la había desheredado o punto menos.
   La salud de Elisa se resintió: los médicos hablaron de lesiones al corazón, que degeneraban en hidropesía. Como la enferma se agravase, pidió confesor, y por centésima vez se acusó de su delito, la escapatoria fatal. El confesor la mandó que se acusase de pecados de la vida presente, porque Dios no acostumbra recentar los ya perdonados y absueltos. Mas la absolución del cielo no bastaba a Elisa: ya se sabe que Dios es muy bueno; pero, en cambio, ¡los hombres jamás olvidan ciertas cosas, y la mancha de vergüenza allí está sobre la frente hasta la última hora de vivir!
   Con los ojos vidriados de lágrimas, Elisa pidió que viniese Adolfo, y así que le vio a su cabecera, echándole los brazos al cuello, murmuró a su oído: «Alma mía, mi bien, ya sé que no tengo derecho ninguno a pedirte que..., que no te vuelvas a casar... ¡pero al menos...mira, en esta hora solemne..., perdóname de veras aquello..., y no me olvides así..., tan pronto..., tan pronto!».
   Adolfo no contestó; no obstante, le pareció natural inclinarse y besarla. Y la culpable, dejando caer la cabeza sobre la almohada, expiró contenta.

50 QUEERS QUE CAMBIARON EL MUNDO, Dan Jones

0


DAN JONES, 50 Queers que cambiaron el mundo, Cúpula, Barcelona, 2018, 112 páginas.

**********
Michele Rosenthal ilustra estas 50 semblanzas de aliados y defensores de la igualdad «ante la ley, de los derechos humanos, y de vivir la vida al máximo para dejar un legado queer que ayude a los que vienen detrás a escalar montañas más altas».
**********
CANDY DARLING

   Candy Says (1969) es la arrulladora canción con la que Lou Reed rindió homenaje a la centelleante superestrella de Warhol, Candy Darling, cuando esta se hallaba en la cúspide de su fama. La glamurosa actriz transexual que siempre estaba en la onda falleció cinco años después. Apenas tenía 29 años.
   Nacida como James Stattery, Darling (1944-1974) pasó su infancia en Long Island totalmente obsesionada con las películas antiguas de Hollywood. Aprendió a imitar con mucho garbo a las estrellas que brillaban en la pantalla y soñaba con ser como ellas. Darling se matriculó en una escuela de belleza y empezó a frecuentar el club gay de la zona. Cuando su madre te preguntó acerca de los rumores que corrían sobre que su hijo era homosexual y travesti, Darling corrió hacia su habitación y volvió ataviada con un vestido. O, al menos, eso cuenta la leyenda.
   A partir de entonces, Darling se ponía lo que quería. Se iba hasta Manhattan para pasar el rato en Greenwich Village y codearse con influyentes amigos artistas, y se cambió el nombre en muchas ocasiones hasta que Candy Darling llegó para quedarse. Warhol sentía fascinación por Darling y le dio papeles en sus proyectos cinematográficos; se convirtió en una habitual de Factory, el estudio de Warhol, y pronto se vio haciendo carrera en el teatro y en el cine de autor. Su corta vida estuvo plagada de nombres de famosos y se convirtió en musa del grupo The Velvet Underground (además de la canción Candy Says, el tema Walk on the Wild Side que Lou Reed sacó en 1972 también alude directamente a Darling). Antes de fallecer a causa de un linfoma, escribió una carta a sus amigos. En ella, decía: «Sé que podría haber sido una estrella, pero decidí no serlo». Sin embargo, parece que eso fue justo en lo que se convirtió. Llámala lo que quieras: pionera trans, actriz de talento, el miembro más glamuroso de Factory; fue una auténtica estrella.




ANIMALIA, Julio Cortázar

0


JULIO CORTÁZAR, Animalia, Porrúa, Barcelona, 2005, 232 páginas.

*********
Alberto Manguel, en el prefacio (pp. 7-11) señala que «al rescatar de lo cotidiano lo marivilloso, Cortázar no se olvida de devolverlo después a lo cotidiano; es decir, no se olvida que el hombre transformado en axolotl sigue siendo el mismo hombre». Los textos reunidos por Aurora Bernárdez, recogen relatos de nueve libros de cuentos, entre los que están Bestiario, Final de juego, Historias de cronopios y famas.
*********

DISCURSO DEL OSO

   Soy el oso de los caños de la casa, subo por los caños en las horas de silencio, los tubos de agua caliente, de la calefacción, del aire fresco, voy por los tubos de departamento en departamento y soy el oso que va por los caños.
   Creo que me estiman porque mi pelo mantiene limpios los conductos, incesantemente corro por los tubos y nada me gusta más que pasar de piso en piso resbalando por los caños. A veces saco una pata por la canilla y la muchacha del tercero grita que se ha quemado, o gruño a la altura del horno del segundo y la cocinera Guillermina se queja de que el aire tira mal. De noche ando callado y es cuando más ligero ando, me asomo al techo por la chimenea para ver si la luna baila arriba, y me dejo resbalar como el viento hasta las calderas del sótano. Y en verano nado de noche en la cisterna picoteada de estrellas, me lavo la cara primero con una mano después con la otra después con las dos juntas, y eso me produce una grandísima alegría.
   Entonces resbalo por todos los caños de la casa, gruñendo contento, y los matrimonios se agitan en sus camas y deploran la instalación de las tuberías. Algunos encienden la luz y escriben un papelito para acordarse de protestar cundo vean al portero. Yo busco la canilla que siempre queda abierta en algún piso, por allí saco la nariz y miro la oscuridad de las habitaciones donde viven esos seres que no pueden andar por los caños, y les tengo algo de lástima al verlos tan torpes y grandes, al oír cómo roncan y sueñan en voz alta, y están tan solos. Cuando de mañana se lavan la cara, les acaricio las mejillas, les lamo la nariz y me voy, vagamente seguro de haber hecho bien.

CUENTOS AL AMOR DE LA LUMBRE 1, A. R. Almodóvar

0


A. R. ALMODÓVAR, Cuentos al amor de la lumbre 1, Alianza, Madrid, 2015, 416 páginas.

**********
José Manuel Caballero Bonald reitera en el prólogo su "gratitud emocionada a Antonio Rodríguez Almodóvar por estos Cuentos al amor de la lumbre (es decir, cerca del fuego de la verdad), por este definitivo rescate de un legado colectivo, intemporal y disponible, que también nos devuelve la riqueza de muchas arrinconadas sabidurías populares."

**********
EL DIABLO DE NOVIO

   Un conde tenía una hija muy guapa, ya en edad de casarse. Pero la niña era muy caprichosa y a todos los novios les ponía faltas. Un día le dio por decir:
   —No me caso hasta que encuentre un marqués con los labios de plata y los dientes de oro.
   El diablo, que se enteró, se dijo: «Pues ahora voy yo, me disfrazo de marqués y me caso con ella». Y así lo hizo. Un buen día se presentó en palacio y al ver el rey que era como su hija había dicho, la llamó y le dijo:
   —Aquí tienes lo que tú buscabas.
   Y ella dijo:
   —Nunca pensé encontrarlo, pero aquí está mi mano.
   Y concertaron la boda para otro día.
   Tenía la niña una golondrina, que le advertía:
   —Si piensas que es un marqués,
   no te cases, que el diablo es.
   Pero ella no le hacía caso. La golondrina se lo decía otra vez y otra. Por fin la niña le contestó:
   —Tú es que crees que no te voy a llevar al palacio de mi marido. Pues sí que te voy a llevar. Anda, déjame tranquila.
   Llegó el día de la boda y se presentó el diablo en un trineo por los aires, vestido de etiqueta, con sus labios de plata y sus dientes de oro, y acompañado de unos cuantos diablos y diablesas disfrazados también de gente importante.
   Se casaron la condesita y el diablo y, después de la ceremonia, se fueron en el trineo por los aires. Y aunque a la niña se le había olvidado la promesa que le hizo a la golondrina, ésta echó a volar también y se fue detrás de aquella comitiva.
   —¿Por dónde me llevas? —le preguntaba la condesita a su marido—. Éstos me parecen unos caminos muy raros.
   —No te apures, mujer, que ya verás mi palacio.
   En cuanto llegaron al palacio, el diablo encerró a la niña en una habitación que estaba encima de una caldera de pez hirviendo. Y decía el diablo, con grandes risotadas:
   —Hija del conde, que encima de la caldera estás, si no es a la una ni a las dos, a la de tres caerás —y daba grandes trompazos contra el techo, para que se hundiera y se cayera la niña en la caldera.
   Entró entonces la golondrina por un balcón y la condesita le dijo:
   —¡Ay, golondrina, bien decías tú que este marqués el diablo es! Anda, vete corriendo a avisar a mi padre.
   Salió volando la golondrina para avisar de lo que estaba pasando, y, mientras, el diablo seguía diciendo:
   —Hija del conde, que encima de la caldera estás, ¡si no es a la una ni a las dos, a la de tres caerás! —y volvía a dar grandes trompazos contra el techo para que se cayera.
   La golondrina avisó al conde, y éste preparó un gran ejército para ir a rescatar a su hija. Cuando ya estaba a punto de caerse el techo, llegaron al palacio, rompieron la puerta y todavía tuvieron tiempo de desatar a la niña y poner en su lugar una muñeca. Cuando por fin se rompió el techo, con un gran golpe que dio el diablo, cayó la muñeca dentro de la caldera de pez.
   El diablo, con un cucharón se puso a remover, venga a remover, y decía:
   —Hija del conde, si con quien has venido creías que era marqués, ¡estás confundida, que el diablo es!
   Lo repitió tres veces y, por ver si ya estaba la niña quemada, la sacó y, aunque ya estaba la muñeca muy negra, se dio cuenta del engaño. Se montó otra vez en su trineo con unos cuantos diablos y salió volando hacia el palacio del conde, pero allí, como ya estaba bien preparado el ejército, le presentaron batalla y lo vencieron, teniéndose que volver otra vez al infierno con el rabo entre las piernas.

AFORISMOS Y PENSAMIENTOS, Santiago Salcedo

0


SANTIAGO SALCEDO, Aforismos y pensamientos, Vision Libros, Madrid, 2009, 200 páginas.
*********
Desayunamos fantasías, comemos realidades y cenamos desencantos.
***
Si tu propio yo no te comprende, no esperes que lo hagan el tú y el él.
***
Las religiones son cuentos para niños grandes. Son verdad, mientras no se deja de ser niño.
***
Cuando dormimos, es como si nuestro yo se fuera de viaje y viniera en su lugar un extraño.
***
Somos enanos en un mundo de enanos; pero cada uno se piensa gigante frente al resto.
***
El ser humano conoce hoy bastante bien al humano autómata; pero sigue aún si conocer al humano, humano.
***
Al contemplarse el ser humano en el espejo de su propia autorreflexión, se hizo hermafrodita metafísico y creó a Dios para sentirse único y distinto del resto de las cosas.
***
El "ser o no ser" shakespeariano no es el problema. El verdadero problema es ser; porque, si no eres, se acabó el problema.
***
Cuanto más conozco al ser humano, me siento más animal y menos humano.

MICROGRAMAS II (1926-1927), Robert Walser

0



ROBERT WALSER, Microgramas II (1926-1927), Siruela, Madrid, 2006, 256 páginas.

**********

HAY GENIOS BORRACHOS

   Hay genios borrachos capaces de ser cargantes, cosa que no sucedía con el mío, pues estaba totalmente compuesto de hierro y la bebida no le perjudicaba en nada. Puede hablarse de una total ausencia de influencia de la bebida, que no causaba absolutamente ningún efecto en el genio, del que cabría anunciar o afirmar que en la borrachera mostraba un comportamiento tan impecable que las personas honradas le estrechaban la mano. Al abordar estas líneas en prosa sobre un alcohólico, éstas brillan de aguardiente y cerveza, de forma que me veo obligado a rogar, respetuoso, a las damas que acudieron amables para conocer su contenido que es preferible que no lo lean. Sólo hombres rebosantes de arrojo y con miembros hercúleos y poderosos son capaces de soportar y asimilar algo semejante a una Viñeta ahogada en bebidas espirituosas de todo tipo. Después de empezar con una jarra de cerveza, la borrachera prosiguió su terrorífica carrera con asombrosa tranquilidad hasta que finalmente a los señores posaderos, convertidos en testigos de un inaudito conocimiento en el ámbito del vicio de la bebida, se les pusieron los pelos de punta y el aguardiente le esperó al borrachín desde la copa: «Te he vencido», a lo que el indomable replicó: «Ni por asomo». ¿No se sentaba o acuclillaba allí majestuoso y tieso como una vela, con la mirada, radiante de celestial alegría, dirigida hacia el infinito? Algún que otro ebrio ha sido agarrado por el cuello de tela para ser despachado fuera, al aire libre. Pero esto nunca sucedió con el genio borracho, pues cualquier medida de esa índole parecía de lo más superfina, dado que el genio, que en medio de la embriaguez sentaba bases firmes, permanecía por entero imperturbable frente al monstruo del alcohol. Llevar continuamente el borde de los vasos a sus labios arqueados y dedicarse a los encadenamientos lentos pero frecuentes del trasiego provocaba un indecible brillo del arte de vivir en sus ojos, los cuales, viendo lo más feo que existe, concretamente la bebida, cobraban maravillosa hermosura. De vez en cuando las mujeres regalaban flores al genio borrachísimo, sobre todo porque portaba un magnífico sombrero sobre su cabeza rodeada de pelo, que él aceptaba con la más gentil gratitud. Una noche cayó de rodillas ante el pórtico de la iglesia del Salvador, pues el copioso consumo que se acaba de describir prolija y alegremente le provocó una especie de remordimiento, de lo que cabe colegir lo sensible que era.

TRATADO DE LA VIDA ELEGANTE, Honoré de Balzac

0


HONORÉ DE BALZAC, Tratado de la vida elegante, Impedimenta, Madrid, 2011, 112 páginas. Traducción de Lluís Maria Todó.
**********
El objetivo de la vida civilizada o salvaje es el reposo.
***
El reposo absoluto produce el esplín.
***
La vida elegante es, en una amplia acepción del término, el arte de animar el descanso.
***
El hombre acostumbrado al trabajo no puede comprender la vida elegante.
***
Para ser fashionable, hay que disfrutar del descanso sin haber pasado por el trabajo: o sea, haber ganado el gordo de la lotería, ser hijo de millonario, príncipe, tener una sinecura, o varias.
***
Un artista vive como quiere... o como puede.
***
El descuido de la indumentaria es un suicidio social.
***
El bárbaro se abriga, el rico y tonto se adornan, el dandi se viste.

AUSENCIA DEL HÉROE, Charles Bukowski

0


CHARLES BUKOWSKI, Ausencia del héroe. Ensayos y relatos inéditos (1946-1992), Anagrama, Barcelona, 2012, 336 páginas. Traducción de Eduardo Iriarte.

**********
A JON WEBB
4 de septiembre de 1962

   Con respecto a la muerte de mi mujer el 22 de enero último, no hay mucho que decir, excepto que yo ya no seré el mismo. Quizá intente escribir sobre eso, pero está todavía demasiado cerca. Puede que siempre esté demasiado cerca. Pero aquella vez en el pabellón de caridad, años atrás, una chica mejicana que cambiaba las sábanas me dijo que se iba a acostar conmigo si yo mejoraba, e inmediatamente empecé a sentirme bien.
   Tenía una sola visita: la mujer borracha de cara redonda y roja, una amante del pasado que a veces se bamboleaba contra la cama, y se iba sin decir nada. Seis días después yo estaba manejando un camión, levantando paquetes de 20 kilos y preguntándome si la sangre vendría otra vez. Un par de días más tarde tomé el primer trago, ése que dijeron me mataría. Una semana más tarde conseguí una máquina de escribir y, después de una pausa de diez años y de haberle vendido mis cosas a la revista “Story” y a otras, mis dedos se pusieron a construir un poema. O mejor dicho, una charla de bar. Esa cosa que no es lírica, que no canta. Los rechazos llegaron bastante pronto. Pero no me afectaron, porque yo sentía que en cada línea estaba diciendo algo. No para ellos, sino para mí mismo. Ahora puedo leer muy poca poesía o muy poco de cualquier otra cosa.
   Bueno, la dama borracha que se bamboleaba contra mi cama, la enterré el último 22 de enero. Y nunca vi a mi chica mejicana. Vi a otras, pero ella hubiera estado bien. Hoy estoy solo, casi afuera de todas ellas: de los glúteos, los pechos, los vestidos limpios como trapos nuevos en la cocina. No me tomes a mal -todavía tengo 1,80 y 90 kilos de posibilidad, pero yo podía mejor con la que ya no está.