DIARIO I, Jiddu Krishnamurti

0


J. KRISHNAMURTI, Diario de Krishnamurti I, Orión, México D.F., 1989, 274 páginas.
**********
18 de junio de 1961
Al anochecer estaba ahí: súbitamente estuvo ahí llenando la sala, un gran sentido de belleza, poder y dulzura. Otros lo advirtieron.
***
4 de julio de 1961
Atareado en la tarde, ahí estaba, pese a ello, la presión con su tirantez.
   Cualesquiera sean las actividades que uno ha de realizar en la vida cotidiana, las conmociones y los diversos incidentes no deberían dejar sus cicatrices. Estas cicatrices se convierten en el ego, el yo, y a medida que uno va viviendo ello se vuelve muy fuerte y sus muros llegan a ser casi impenetrables.
***
7 de julio de 1961
Varias veces uno despertó gritando. Otra vez estaba ahí esa intensa quietud del cerebro y un sentimiento de vastedad. Ha habido presión y tirantez.
   El éxito es brutalidad. El éxito en todas sus formas, en la política y en la religión, en el arte y en los negocios. Tener éxito implica crueldad.
***
25 de julio de 1961
Pese a la reunión, el proceso continúa, algo más suavemente pero continúa.
   Uno despertó esta mañana más bien temprano, con la sensación de que la mente había penetrado en profundidades desconocidas. Era como si la propia mente hubiera penetrado dentro de sí misma, muy lejos y a gran profundidad, y el viaje parecía haberse realizado sin movimiento alguno. Y esta experiencia de inmensidad se daba con una plenitud y riqueza incorruptibles.
   Es extraño que si bien cada experiencia, cada estado es por completo diferente, se trata, no obstante, del mismo movimiento; aunque parezca cambiar es, sin embargo, lo inmutable.
***
16 de octubre de 1961
Fue antes del amanecer, cuando no había ruido y la ciudad aún se hallaba dormida, que el cerebro al despertar se quedó inmóvil porque «lo otro» estaba ahí. Entró muy quietamente y con tan vacilante cuidado porque en los ojos había sueño todavía, pero ello fue un gran gozo, de una admirable simplicidad y pureza.

0 comentarios en "DIARIO I, Jiddu Krishnamurti "