DICCIONARIO DEL DIABLO, Ambrose Bierce
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AMBROSE BIERCE, Diccionario del diablo, Ediciones del Dragón, Madrid, 1986 (1911), 180 páginas.
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La traducción de Rodolfo Walsh. En Ambrose Bierce: un retrato imaginario (pp. 7-12) José Mª Álvarez presenta en su primera sección un poema (valga un verso: totalmente decidido a quemarlo todo); en la segunda y tercera, una apretada biografía que traza el perfil convulso de un involuntario aventurero.
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Adagio, s. Sabiduría deshuesada para dentaduras débiles.
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Belladona, s. En italiano, hermosa mujer; en inglés, veneno mortal. Notable ejemplo de la identidad esencial de ambos idiomas.
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Camino, s. Faja de tierra que permite ir de donde uno está cansado a donde es inútil ir.
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Decálogo, s. Serie de diez mandamientos: número suficiente para permitir una selección inteligente de los que se quiere observar.
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Egoísta, s. Persona de mal gusto, que se interesa más en sí mismo que en mí.
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Filosofía, s. Camino de muchos ramales que conduce de ninguna parte a la nada.
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Gramática, s. Sistema de trampas cuidadosamente preparadas en el camino por donde el autodidacto avanza hacia la distinción.
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Historia, s. Relato casi siempre falso de hechos casi siempre nimios producidos por gobernantes casi siempre pillos o por militares casi siempre necios.
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Inmigrante, s. Persona inculta que piensa que un país es mejor que otro.
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Justicia, s. Artículo más o menos adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus impuestos y sus servicios personales.
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Korán, s Libro que los mahometanos, neciamente, creen escrito por la inspiración divina, pero que los cristianos consideran una perversa impostura, contraria a las Sagradas Escrituras.
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Lenguaje, s Música con que encantamos las serpientes que custodian el tesoro ajeno.
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Malhechor s. El pirncipal factor en el progreso de la raza humana.
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Nepotismo, s. Práctica que consiste en designar a la propia abuela para un cargo público, por el bien del partido.
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Odio, s. Sentimiento cuya intensidad es proporcional a la superioridad que lo provoca.
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Peligro, s. Bestia salvaje que el hombre desprecia cuando está dormida, y de la que huye cuando despierta.
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Quiromancia, s. Método número 947 (según la clasificación de Mibleshaw) de obtener dinero con engaños. Consiste en "leer el carácter" en las líneas de las manos. El carácter puede realmente leerse de este modo, ya que cada mano exhibida al quiromántico lleva escrita en sus líneas la palabra "tonto". El engaño consiste en no decirlo en voz alta.
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Realidad, s. El sueño de un filósofo loco. Lo que queda en el filtro cuando se filtra un fantasma. El filtro de un vacío.
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Sabiduría, s. Tipo de ignorancia que distingue al estudioso.
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Teléfono, s. Invención del demonio que suprime algunas de las ventajas de mantener a distancia a una persona desagradable.
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Urbanidad, s . La forma más aceptable de la hipocresía. Especie de cortesía que los observadores urbanos atribuyen a los habitantes de todas las ciudades, menos Nueva York. Su expresión más común consiste en la frase "Usted perdone"; no es compatible con el desprecio de los derechos ajenos.
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Vanidad, s. Virtud que rinde un tonto al mérito del asno más cercano.
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Wall Street, s. Símbolo de pecado expuesto a la execración de todos los demonios. Que Wall Street sea una cueva de ladrones, es una creencia con que todo ladrón fracasado sustituye su esperanza de ir al Cielo.
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Egoísta, s. Persona de mal gusto, que se interesa más en sí mismo que en mí.
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Filosofía, s. Camino de muchos ramales que conduce de ninguna parte a la nada.
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Gramática, s. Sistema de trampas cuidadosamente preparadas en el camino por donde el autodidacto avanza hacia la distinción.
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Historia, s. Relato casi siempre falso de hechos casi siempre nimios producidos por gobernantes casi siempre pillos o por militares casi siempre necios.
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Inmigrante, s. Persona inculta que piensa que un país es mejor que otro.
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Justicia, s. Artículo más o menos adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus impuestos y sus servicios personales.
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Korán, s Libro que los mahometanos, neciamente, creen escrito por la inspiración divina, pero que los cristianos consideran una perversa impostura, contraria a las Sagradas Escrituras.
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Lenguaje, s Música con que encantamos las serpientes que custodian el tesoro ajeno.
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Malhechor s. El pirncipal factor en el progreso de la raza humana.
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Nepotismo, s. Práctica que consiste en designar a la propia abuela para un cargo público, por el bien del partido.
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Odio, s. Sentimiento cuya intensidad es proporcional a la superioridad que lo provoca.
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Peligro, s. Bestia salvaje que el hombre desprecia cuando está dormida, y de la que huye cuando despierta.
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Quiromancia, s. Método número 947 (según la clasificación de Mibleshaw) de obtener dinero con engaños. Consiste en "leer el carácter" en las líneas de las manos. El carácter puede realmente leerse de este modo, ya que cada mano exhibida al quiromántico lleva escrita en sus líneas la palabra "tonto". El engaño consiste en no decirlo en voz alta.
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Realidad, s. El sueño de un filósofo loco. Lo que queda en el filtro cuando se filtra un fantasma. El filtro de un vacío.
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Sabiduría, s. Tipo de ignorancia que distingue al estudioso.
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Teléfono, s. Invención del demonio que suprime algunas de las ventajas de mantener a distancia a una persona desagradable.
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Urbanidad, s . La forma más aceptable de la hipocresía. Especie de cortesía que los observadores urbanos atribuyen a los habitantes de todas las ciudades, menos Nueva York. Su expresión más común consiste en la frase "Usted perdone"; no es compatible con el desprecio de los derechos ajenos.
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Vanidad, s. Virtud que rinde un tonto al mérito del asno más cercano.
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Wall Street, s. Símbolo de pecado expuesto a la execración de todos los demonios. Que Wall Street sea una cueva de ladrones, es una creencia con que todo ladrón fracasado sustituye su esperanza de ir al Cielo.
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