TUBERÍAS, Etgar Keret
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ETGAR KERET, Tuberías, Siruela, Madrid, 2016, 220 páginas.
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FELIZ CUMPLEAÑOS
El autobús se para, el conductor te sonríe, los cristales de las ventanillas brillan y el dinero es calderilla.
El único asiento individual libre del lado izquierdo es el último, como si te lo hubieran reservado, el que tú prefieres, con el cristal detrás. El autobús circula, los semáforos se ponen en verde y el chico que come pipas guarda las cáscaras en una bolsita.
Hoy, el viejo revisor no quiere el billete; solo se toca el borde de la gorra y amablemente te desea un buen día.
Y lo será. Porque es tu cumpleaños. Eres inteligente, guapa y tienes toda la vida por delante. Faltan cuatro paradas. Tocarás la campanilla y el conductor parará especialmente para ti.
Bajarás del autobús, nadie te apremiará y la puerta no se cerrará hasta que estés lejos. El autobús arrancará, la gente se alegrará por ti y el chico de las pipas te saludará con la mano hasta que el bus desaparezca, sin pretexto ni motivo.
No hace falta ningún motivo: es tu cumpleaños, un día en el que pasan cosas agradables. El cachorro que corre hacia ti moverá la cola cuando lo acaricies, incluso los perros saben distinguir los días de fiesta.
En vuestra casa la gente esperará a oscuras detrás de los preciosos muebles que tú misma elegiste. Cuando abras la puerta, darán un salto de sorpresa. Exactamente como debe ser en las fiestas sorpresa.
Estarán todos, los que has amado, los más queridos, los más importantes. Te traerán regalos que han comprado o inventado. Regalos imaginativos y también objetos prácticos.
Los graciosos entretendrán, los inteligentes ilustrarán, hasta los melancólicos sonreirán de verdad. La comida será fantástica; después servirán fresas y, por último, un batido de vainilla de la mejor heladería de la ciudad.
Pondrán un disco de Keith Jarrett, y todos lo escucharán; luego otro de Satie, y nadie se sentirá triste. Esta tarde, los que están solos se sentirán acompañados, y nadie preguntará «¿Cuánto azúcar?», porque todos se conocerán.
Al final se marcharán. Los que quieras te besarán, y los que no... te estrecharán la mano. Solo quedará él, el hombre con el que vives, más apuesto y comprensivo que nunca.
Si lo deseas, haréis el amor, o te masajeará el cuerpo con un aceite preparado según una fórmula especial. Si se lo pides, atenuará la luz de la lámpara, y os quedaréis sentados y abrazados en silencio, esperando el amanecer.
Esta tarde mágica, yo también estaré allí, tomaré un batido de vainilla, sonreiré de verdad, probaré la fantástica comida. Y antes de irme, si quieres, te besaré, o tal vez simplemente te estreche la mano.
My fan de Keret, aunque no recuerdo haber leído nada suyo tan corto. Quiero maaaaaaaaaaás.