EL PERRO QUE COMÍA SILENCIO, Isabel Mellado
2
ISABEL MELLADO, El perro que comía silencio, Páginas de Espuma, Madrid, 2011, 127 páginas.
Todo tiempo pasado fue presente.
**********
El musgo le ronronea a la piedra.
**********
El placer es un instante que no implica tiempo.
**********
La lluvia es agua tartamudeando.
**********
Recuerdos son instantes que dan para más de una vez.
**********
Dios cuelga la lluvia del cielo para que se seque.
**********
La violinista Isabel Mellado secuencia su libro, a modo de concierto, en tres movimientos: Mi propia muerte, La música y el resto y Huesos. En las dos primeras, junto a relatos cortos los microrrelatos. La tercera, Huesos, alberga lo que la autora denomina "aforismos, haikus, greguerías".
**********
REBAJAS
Fui a comprarme un abrazo en las rebajas, pero no tenían mi talla. Solo había uno rosado y tupido que me quedaba ancho. La vendedora trató de persuadirme para que lo comprara, argumentando que era calentito y muy práctico, porque me permitía llevar mucho sentimiento puesto. Además, por la compra de uno me regalaban un apretón de manos u otras partes del cuerpo. Sonaba tentador, pero debía pensarlo. Entre tanto fui a otro mostrador a oler las sensaciones de la temporada otoño-invierno que este año son de tendencia claramente bucólica derrotista, con un deje de minimalismo bélico. Ojalá me alcance el dinero para alguna mala intención, un par de sospechas y al menos una corazonada.
**********
[HUESOS]Todo tiempo pasado fue presente.
**********
El musgo le ronronea a la piedra.
**********
El placer es un instante que no implica tiempo.
**********
La lluvia es agua tartamudeando.
**********
Recuerdos son instantes que dan para más de una vez.
**********
Dios cuelga la lluvia del cielo para que se seque.
Máximo:
De este perro me han gustado especialmente sus huesos.
Francisco
Francisco:
Es de agradecer que el perro se alimente de silencio, así nos deja las piezas más suculentas a los lectores.
Care Santos coincide contigo en el elogio de los huesos:
"El mundo literario de Mellado tiene mucho en común con el de los dos autores citados: sus textos hacen alarde de una imaginación ávida de novedades, de un afán de originalidad y de un gusto por la literatura del absurdo que comparte con Navarro. Asimismo, la última parte -"Huesos"- es un magnífico ramillete de aforismos, en los que la autora busca el anverso y el reverso a las palabras y crea situaciones que deben de ser muy del gusto de Neuman."
http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/28954/El_perro_que_comia_silencio
Máximo