VOCES DE MADRUGADA, Jone Miren Asteinza
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LA BÚSQUEDA
Todo era mentira. Cruzó el mar a nado. Sin embargo, cuando llegó a su destino el infinito había desaparecido. Furioso, hizo el camino de vuelta y al llegar a la orilla una ola borró sus huellas.
Hace apenas un mes publicasteis un relato de mi primer libro La escritora y el enterrador.
Ahora lo hacéis con un micro de mi segundo libro "Voces de madrugada".
De nuevo, muchísimas gracias. No puedo estar más contenta.
El infinito siempre desaparece, y las olas siempre borran las huellas. ¿Qué vamos a hacer?
Miguel: Gracias por tu comentario. Respondiendo a tu pregunta ¿qué vamos a hacer? pues lo único que podemos, seguir escribiendo para no olvidar que...