viernes, enero 20, 2012

CATÁLOGO DE BESOS, Raquel Díaz Reguera

RAQUEL DÍAZ REGUERA, Catálogo de besos, Thule Ediciones, Barcelona, 2011, 64 páginas.

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Este libro bellamente ilustrado contiene un catálogo de veintiséis besos. A cada descripción le sucede un sugerente microrrelato.
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BESO SUSURRO

   Este beso se mueve como pez en el agua entre las palabras, deslizándose hábilmente entre los adjetivos y los verbos. Se sirve con vocales y consonantes suaves, en cualquier idioma, sutil y pausadamente.
   Es paciente y emprendedor. Sujeto y predicado. Le gusta dar rodeos hasta asegurar la presa. Una vez que ésta queda rendida, se entrega, normalmente bajo la oreja y acompañado de una voz casi inaudible. Su efecto inmediato es un cosquilleo que desciende por el cuello y se cuela entre los botones de las blusas. Eriza la piel y despierta otros besos más pendencieros.
   Suele darse en lugares con luz tenue. La noche es sin duda su hábitat natural.
   Puede encadenarse con sustantivos que esconden otro beso susurro.

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    Posología: No se ha descrito dosificación.
   Contraindicaciones: Provocan adicción por los adjetivos y por las voces cálidas que encierra la radio a altas horas de la noche.
        
SSSSSSSSSSSSSS...

   La cantidad de gente que abarrotaba el bar sirvió como coartada. Punto y seguido. Era imposible hablar sin acercarse más. Un adjetivo y casi se rozaban. Álvaro, con dos dedos, apartó levemente la melena de Amanda y dejó caer tres palabras elegidas cuidadosamente. Ella cerró los ojos, labio inferior mordido, pronóstico perfecto. Puntos suspensivos.                                                              
   Fueron bajando el tono. Una frase después, las silabas eran casi inaudibles. Un adjetivo más y esta vez fue ella la que se retiró el cabello para dejar la curva de su cuello al descubierto. Un beso susurro mordió el lóbulo de la oreja de Amanda. Naufragio. Dos palabras curvas pasearon por su mejilla izquierda, un verbo horizontal viró a la derecha al llegar a su boca y otro beso susurro más arriesgado mordió sutilmente su hombro. Carne de gallina. Un silencio después, la conversación dejó libre los labios para otros menesteres.

4 comentarios:

  1. Precioso ciertamente. He visto el enlace de la editorial y es muy sugerente.

    La ilustración del blog me ha recordado a X.L. Mosquera.

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  2. Siempre sorprende todo lo que llega de Thule.

    Raquel Díaz Reguera escribe e ilustra.

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  3. También precioso y sobre el mismo tema os sugiero "Besos que fueron y no fueron", de Roger Olmos y David Aceituno, publicado por Beascoa.

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  4. Pedro:

    Muchas gracias por la sugerencia.
    Seguro que no es la última que nos harás. Gracias por la visita.

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