jueves, enero 19, 2017

ILUSTRES DESCONOCIDOS, Paloma Díaz-Mas

PALOMA DÍAZ-MAS, Ilustres desconocidos, Agilice Digital, Valladolid, 2014.

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EL ANACORETA DEL CEMENTERIO DE AUTOMÓVILES 

   El viejo anacoreta vive en el rincón más oculto del triste cementerio de automóviles. Está medio desnudo. 
   —Ya he renunciado a todos los bienes: a la casa, a la familia, a la sociedad y la compañía de los hombres, a las riquezas y al dinero. Para no tener ni siquiera el placer de vivir en un lugar fijo, en mi lugar, cada noche duermo bajo un coche distinto. Ya nada me pertenece, y por eso he alcanzado la máxima perfección. 
   —Tienes todavía tu cuerpo: tus ojos para ver, tus manos para tocar, tus oídos para oír. 
   —Pero solo los tengo prestados. He vendido mi cadáver a la Facultad de Medicina, para que los alumnos practiquen con él cuando yo muera. Mi cuerpo les pertenece. 

1 comentario:

  1. Sólo falta que su alma también la hubiera vendido... al diablo jeje.

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