sábado, enero 28, 2012

EN CEJUNTA Y GAMUD, Antonio Fernández Molina

ANTONIO FERNÁNDEZ MOLINA, En Cejunta y Gamud, Media Vaca, Valencia, 2006,

**********
Media Vaca añade ocho microrrelatos a los 48 que componían la edición primera de Monte Ávila, Caracas, 1969. Los dibujos los aporta Alejandro Magallanes. 
**********
  En Gamud sienten gran interés por la enseñanza y al tema le dedican frecuentemente tratados, conferencias y coloquios.
   La disciplina en las aulas se basa en el castigo equitativo.
   Si hay un niño cojo y otro le insulta llamándoselo, al ofensor también se le deja cójo en la misma medida. Así no podrá ser injusto de nuevo con su compañero y su maldad queda castigada. Si un niño a un compañero tuerto le llama «tuerto", a él se le arranca un ojo.
   Pero no se piense que los niños de Gamud sean imbéciles y estén decididos a formar legión entre los cojos y los tuertos. Para insultar a un cojo le llaman «ojoc» y a un tuerto «otreut». Entonces sóló se puede amonestarles, y al ser castigo inocuo, la mayor parte de las veces se hace la vista gorda.
   Tampoco se les castiga severamente si le llaman a otro «lameculos», «lirón», «soplagaitas» y otros insultos por el estilo.
   La dificultad está cuando a uno que lo es, con ánimo de agraviarle, se le llama «hermoso», «inteligente» o «afortunado». Todavía no se ha llegado a determinar claramente qué sería oportuno hacer en esos casos y surgen situaciones curiosamente indecisas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario