SAINT-EXUPÉRY: EL MALETÍN DE LOS RECUERDOS, Patrick Poivre D´Arvor

0


PATRICK POIVRE D'ARVOR, Saint-Exupéry: el maletín de los recuerdos, Plataforma, Barcelona, 2017, 204 páginas.
**********
En el Prefacio (pp. 7-8) expresa su deseo de que con este breviario sentimental de recuerdos sobre Saint-Exupéry pueda agradecer todas las «enseñanzas que nos ha legado a todos, niños y adultos del mundo entero».
**********


EL PRIMER VUELO

   Ambérieu. Aquí es donde empezó todo; aquí es donde Antoine voló por primera vez en su vida. Tenía apenas 12 años. Era julio de 1912. Desde hacía tres años, unos apasionados de la aviación organizaban un festival. En 1909, Louis Blériot atravesó por primera vez el canal de La Mancha y despertó un gran entusiasmo por la conquista de los cielos. Un piloto, Louis Mouthier, fundó una escuela de aviación en Ambérieu, a poca distancia de Saint-Maurice-de-Rémens, desde donde Saint-Exupéry se desplazaba a menudo en bicicleta para asistir a las demostraciones de los mejores. A unos cuantos kilómetros, en Bourg-en-Bresse, otro evento aéreo convocaba a miles de espectadores. Y el 15 de julio de 1912 una multitud todavía mayor asistía a la principal atracción: la actuación del mejor piloto en velocidad y altitud, Gastan Olivares. A 70 metros del suelo, el avión de Olivares entra en una turbulencia y se estampa contra el suelo. La muerte de Olivares, sin embargo, no disuadiría a Antoine de probar suerte unos años más tarde. Durante largo tiempo se creyó que el bautismo de aire se lo había ofrecido a Antoine el famoso Jules Védrines, el primero en pasar clandestinamente bajo el Arco de Triunfo y en posar su avión sobre el tejado de las Galerías Lafayette para hacer publicidad a un establecimiento al que nunca le ha faltado imaginación en esta materia. Hace treinta años, no obstante, el mecánico Alfred Thénoz descubrió una postal firmada por Saint-Exupéry en la que aparecen dos hermanos que morirían a bordo de un avión en 1914. Los hermanos Salvez se llamaban en realidad Wroblewski, y uno de ellos, Gabriel, invitó a Antoine a su primer vuelo: dos vueltas al aeródromo. El niño le aseguró que tenía el permiso de sus padres... Fue un momento mágico para el futuro aviador. Hacía ya dos años que Tonio soñaba con comprar un avión para sobrevolar con su hermana Simone el jardín donde jugaban. Ella lo contaría más tarde: 

   Lo que él esperaba, sobre todo, era que abajo la multitud rugiera: 
 «¡Viva Antoine de Saitit-Exupéry!».

0 comentarios en "SAINT-EXUPÉRY: EL MALETÍN DE LOS RECUERDOS, Patrick Poivre D´Arvor "